Crónicas de un Pueblo

Los Hinojosos
"Mi pueblo se encuentra rodeado de tierras suaves y severas, con colores tersos y trazos suavemente perfilados. Entre sus rastrojeras y barbechos, en sus nobles caserones con pétreo escudo de armas, no se da el tipismo y el folklore de la sangría, de las castañuelas y de la paella en lata."

V. UN PROYECTO FRUSTRADO


Parte Segunda
Un Proyecto Frustrado



La ermita donde estaba la imagen de la Vírgen del Roble, era propiedad de la fábrica de la parroquial de San Bernabé, y su titular seguía siendo San Antón. No fue esta circunstancia, ni las continuas obras de reparación que en ella debían hacerse, la que hizo nacer la idea de levantar a la patrona una nueva ermita en las inmediaciones del pueblo, sino los problemas surgidos con los fondos de la hermandad cuando, a partir de 1722, crecieron cuantiosamente debido al elevado número de fieles que se alistaron como Cofrades, fruto de la labor desarrollada por los carmelitas que entonces residían en la villa.

La floreciente situación económica de la hermandad originó ciertas corruptelas, constante durante todo el siglo XVIII, a pesar de los esfuerzos de los sucesivos Priores para erradicarlas. Algunos Mayordomos al hacer el balance de su ejercicio, retenían en su poder el saldo resultante a favor de la cofradía, quedando constancia de ello en el acta de relevo firmada, entre otros, por los Mayordomos entrantes. Cuando al año siguiente éstos presentaban sus cuentas, anotaban estas cantidades en el cargo y, si continuaban en poder de los deudores, se descargaban de ellas en la data como efectos no cobrados, a fin de cuadrarlas y pasar la deuda a los Mayordomos que ese año se hacían cargo de la administración de la hermandad. Si las cantidades retenidas no eran cobradas durante el año de su mandato, los asentamientos eran repetidos en la liquidación siguiente.

Lo mismo ocurría con los granos recogidos en calidad de limosnas. De todo esto, la Cofradía no recibía recompensa alguna por el beneficio que tales individuos (sic) obtenían del uso fraudulento de su caudal. Los débitos pasaban de unos Mayordomos a otros, año tras año, y fue tal el volumen de la deuda acumulada que en la Visita Pastoral del 31 de enero de 1733, el Prior don Miguel Perea comprobó, con asombro e indignación que, a pesar de figurar en el balance de las cuentas del año 1732, un saldo a favor de la Cofradía de 5.127 reales y 22 maravedises de vellón, no había maravedí alguno en el arca de las tres llaves, por encontrarse todo el dinero en poder de diferentes personas. El señor Prior ordenó que sin dilación alguna fuera puesto el dinero en el arca, y los granos (14 fanegas, 9 celemines, 1 cuartillo de trigo, 6 fanegas y 10 celemines de cebada), también retenidos, en cámara segura para que los Mayordomos los pudieran vender en la época más conveniente. Los detentadores de aquel caudal eran, según consta en el Auto que figura en el folio 62 vuelto del libro de cuentas iniciado en 17l2:

Don Miguel Lodares Pozo, del Orden de Santiago, Cura propio de la Villa, tenía en su poder 3.026 reales y 33 maravedises.
El Licenciado don Alphonso Ruiz Mena, Presbítero, 538 reales, 6 fanegas, 4 celemines, 2 cuartillos de trigo, 3 fanegas y 10 celemines de cebada.
Bartolomé Gallardo, 364 reales y 3 maravedises. Don Manuel Marquina, 217 reales y 20 maravedises.
El Licenciado don Zeferino Becerra, Presbítero, Mayordomo de la Cofradía ese año, 620 reales.

Vista la situación, el señor Prior señaló la conveniencia de gastar dicho caudal en todo aquello que fuera útil y provechoso a la hermandad, para evitar, así, el mal uso que de él se venía haciendo, y como primera providencia mandó dorar el retablo del altar de la Virgen.

Para poner al día las cuentas de la Hermandad, no presentadas desde el año 1735, el nuevo Prior, don Diego Sánchez Corralera envió a la Parroquial, el 21 de marzo de 1740, al Notario Apostólico don. Miguel Saavedra Ramírez, de la villa de Villamayor, a quien le fueron presentadas las correspondientes a los años 1736, 1737, 1738 y 1739. En un asentamiento en la data de las de 1736 figuran 1500 reales de vellón que por orden del señor Subinspector, (el Notario Apostólico), se dieron al Depositario nombrado para el caudal de la reedificación de la ermita del Glorioso Apóstol San Andrés. El nuevo Prior coincidía con su antecesor don Miguel Perea en lo de emplear el caudal de la Virgen en algo útil para evitar su mal uso.

Por aquellas fechas, en el lugar contiguo, el Hinojoso del Marquesado, otra Cofradía comenzaba la edificación de una suntuosa capilla a su patrona, la Virgen Morenica, según puede comprobarse por una fecha del año grabada en uno de los esquínales del muro norte (1738). Ante el mandato de comenzar a reconstruir la ermita de San Andrés en el lugar de Las Labosas, es posible que los Cofrades prefirieran levantar a su Patrona una ermita en las inmediaciones del pueblo, de la que Ella fuera titular. Con este propósito fueron compradas siete vigas de la ermita de San Andrés. El Prior Sánchez Corralera aprobó el proyecto de los cofrades por lo que se lee en su Auto de fecha 5 de abril de 1740:

… De que resulta tener esta Cofradía el presente caudal de 2.191 reales y 7 maravedises, y más siete vigas que se compraron al Glorioso San Andrés en 735 reales, que se pagaron a su Mayordomo D.Pedro Novillo, las cuales se guardan en la hermita de la Concepción para la nueva hermita de Ntra. Sra. del Roble con el título del Carmen, que se esta edificando. Y respecto que en la visita que hizo S.S. de dicha hermita se reconocio faltar una de las vigas expresadas, el mayordomo haga la restitución dentro de treinta dias...


“RAZON DE EL CAUDAL EXISTENTE DE ESTA COFRADÍA Y EN QUE PARTES, PERSONAS Y SEGURIDADES ESTA”.- (Fol. 80) - HECHA DESPUES DE LA VISITA DEL PRIOR SÁNCHEZ CORRALERA.


Primeramente, en Arca de esta Cofradía quedan
en oro, plata y calderilla 787 rs - 20 mvs
En Francisco de Chaves, mayordomo actual,
trescientos noventa y seis reales y veintinueve
mrv. de esta forma:
Los cuarenta que tomó para comprar tejas
para reparar y retejar la hermita.
Los ciento sesenta y siete reales y cuatro
maravedises que en especie detrigo depositó
Alphonsa López, viuda de Andrés de Molina;
y los ciento ochenta y nueve y veinticinco mvs.
que en la misma especie de trigo
depositó don Manuel Ruiz Gallardo 396 rs - 29 mvs

La fabrica de la iglesia debe seiscientos
sesenta y seis reales y dieciocho maravedises
a este caudal para acabar de pagar el órgano,
en esta forma:
Los ciento cincuenta don. Diego López,
Cura de esta Vª, y los trescientos dieciseis rs.
y dieciocho mvs. que debía don. Mathias Ruiz
Gallardo, los que pagaron para dicho efecto
y quedo su satisfacción a cargo de la iglesia 66 rs - 18 mvs .
Don Diego de Liebana debe ciento sesenta
y seis reales y nueve maravedises cuyo pago
afianzó con escritura de obligación e hipoteca
por el día quince de agosto de este presente año 166 rs.- 09 mvs.
Manuel Martínez debe ciento setenta y siete
reales y dos maravedises cuyo pago afianzó
con escritura de pago e hipoteca para el día
quince de agosto de este presente año 177 rs. - 02 mvs


Don Juan Ruiz Chacon debe ciento noventa
y seis reales y treinta y un maravedises, cuyo
pago afianzó y fió don. Alphonso Ruiz, su hijo,
es escritura de obligación e hipotecas para dicho
día quince de agosto del presente año 196 rs.- 31 mvs.

Iten, deben los mayordomos actuales un
real que percibieron en la Visita, que mandó
de limosna Isabel de Huerta 1 rs.- 00 mvs
----------------------
2.191 rs - 07 mvs


Lo que resulta tener de caudal total esta Cofradía dos mil ciento noventa y un reales y siete maravedises, según se liquidó en la presente Visita.- Hinojosos de la Orden y abril, 10 de 1.740.- Firma: Ilegible”.

Con el mismo fin fueron comprados 100 tirantes, a cuatro reales y medio cada uno, previa autorización del señor Prior, traída por un propio de El Toboso, donde se encontraba su Ilustrísima de Visita, según quedó reseñado en las cuentas del año 1740 al de 1741, presentadas el 14 de enero de 1744, unos meses antes de la próxima Visita Pastoral del Prior don Juan Bernabé Cano, anunciada para el día 15 del marzo. Para esas fechas, los cimientos no estaban, ni con mucho, construidos. Mandó el señor Prior proseguir las obras antedichas y, confiando en la actividad, celo y devoción de don Thomás de Perea y Lara, y de don Francisco de Mena y Vado, los nombró Comisarios de ellas, encargándoles llevasen cuenta y razón de los gastos, para darlas cuando Su Señoría, a sus sucesores en la dignidad, las pidieran. Así mismo, mandó poner en su sitio una de las vigas que se había llevado don Thomás de Perea, Alcalde Ordinario de la Villa, y la inclusión en el caudal de la Cofradía para las obras de la ermita, el doblón que don Diego de Perea dejó en su testamento a Nuestra Señora del Carmen (sic).

En Visitas posteriores, lo señores Priores insisten en la ejecución de las obras. don Narciso Ruiz, en el mes de noviembre de 1747, informado por su Fiscal y Contador, don Ángel Puebla y Tardío, de que para inspeccionar el arca de la hermandad, hallada en casa de Joseph Balero, tuvo que mandar descerrajarla por no haber podido descubrirse el paradero de dos de las tres llaves, y que, una vez abierta, no encontró dentro de ella maravedí alguno y que, en las últimas cuentas, el alcance contra el Mayordomos don Joseph Suárez de Figueroa y Castilla, Cura Propio de la parroquial, no era de 449 reales, sino de 3.385 reales y 32 maravedises, por no habérsele debido admitir en descargo los 2.936 reales que había en débitos, por no constar las diligencias judiciales para su cobro, condenó a dicho Cura en esa cantidad, ordenándole que antes del día 30 de dicho mes pusiera ese alcance en el arca. Don Joseph fue ingresando las pequeñas cantidades que le entregaban los verdaderos deudores, pero a su muerte aún dejó a sus herederos una deuda con la cofradía de 442 reales y 15 maravedises. Así mismo mandó la colocación de nuevas cerraduras en el arca, su custodia por el Capitán, y distribuir las llaves entre el Cura, el Mayordomo y uno de los señores Alcaldes. En cuanto a las obras, dispuso que llegado el mes de marzo se continúe y prosiga en la obra y fábrica de la dicha hermita hasta dejarla enteramente concluida y perfeccionada.

Don Pedro de la Fuente Alcázar, realizó su Visita Pastoral el 8 de noviembre de 1751. En el Auto por él firmado fijó en 120 reales la cantidad máxima que podían gastar en pólvora, por ser más preciso proseguir las obras de la ermita, a cuyo fin comisionó a don Alphonso de Perea y Lara para que las reanudara a partir del mes de marzo.

Las medidas tomadas por los Priores para hacer avanzar la edificación del nuevo santuario fueron infructuosas. A los Cofrades “principales”, beneficiarios de los fondos de la Hermandad, no les interesaba su construcción. Contrasta su continua demora con la celeridad con que eran reparados los desperfectos y derrumbes de la Ermita del Roble.

En 1755, el titular del Priorato, don Francisco Alvarez del Castillo, mandó vender las vigas y los tirantes comprados años atrás “por no hacer, por ahora, falta a la Cofradía”. Los 100 tirantes estaban en poder de don Francisco de Mena y Vado, y de don Thomás de Perea y Lara; cuatro vigas las tenía don Pedro de Liébana, y otras dos se encontraban depositadas en la ermita de la Concepción.

En el año 1756-1757, la deuda a la cofradía ascendía a 4.176 reales con 55 maravedises, que unidos a los 346 reales remanentes del año anterior, suponía un caudal de 4.523 reales y 21 maravedises. Los deudores eran, según consta en el cargo de las cuentas de ese año, los siguientes señores:


Los Presbíteros don Joseph Suárez y
Don Alonso de Molina. . . . . . . . . . . . . . . .. . 1.762 rs. 15 mrs.
Don Francisco de Mena y Vado (Alcal-
de). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 474 “
Juan Carrasco. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 650 “ 8 “
Alphonso Chaves e Isidro Rojo. . . . . . . . . . . 185 “ 20 “
Francisco Collado Saldaña. . . . . . . . . . . . . . . 347 “ 4 “
D.Thomás de Perea y Lara. . . . . . . . . . . . . . . 725 “ 8 “
D. Pedro de Liébana (un año de rédito). . . . . 33 “
--------------------------
4. 177 rs.21 mrvs.

(Un real de vellón = 34 maravedises)

Ese mismo año fueron compradas las andas a la Virgen, el Estandarte y otras cosas necesarias. El balance de las cuentas fue el siguiente:

Cargo .= 5.585 rs. 29 ½ mrs.
Data .= 6.148 rs. 33 mrs
------------------------
SALDO: - 563 rs. 3 ½ mrs.

El saldo negativo obligó a los deudores a poner el dinero en el arca. Según las cuentas del año 1757 al de l758, tomadas el día 20 de agosto de 1759. Lo hicieron todos excepto don Joseph Suárez de Figueroa y don Alonso de Molina, que sólo ingresaron parte de lo que debían, por lo que seguían adeudando a la hermandad 462 reales y 15 maravedises. A esta deuda había que sumar los 594 reales con 23 maravedises que retenía el Alcalde don Francisco Montalbán, Mayordomo que fue en el año de 1756 al de 1.757.

La siguiente Visita Pastoral la efectuó don Alonso de Solís, en febrero de 1759. Después de revisar las cuentas correspondientes a los años de su Visita, mandó al Tesorero y a los Oficiales de la Hermandad que procedieran a la cobranza de los 1.057 reales. y 4 maravedises que adeudaban los Presbíteros Suárez y Molina en el término perentorio de dos meses, y si no conseguían los cobros por este mandato, acudieran al Juzgado de la Audiencia de Su Señoría a sacar los despachos necesarios de ejecución. Preocupado por el cobro del dinero, don Alonso no hizo referencia alguna a las obras de la ermita.

En 1761 la Hermandad recuperó parte del importe de la madera comprada entre 1736 y 1740. Don Pedro de Liébana pagó al Tesorero, don Francisco de Mena, 234 reales por cincuenta y dos tirantes; don Luis Izquierdo y don Thomás de Perea y Lara, por ocho tirantes cada uno, 72 reales; don Julián Palomino, 105 reales por una viga propiedad de la Hermandad que había colocado en su molino de aceite; don Pedro Lodares, 105 reales por otra viga que tenía puesta en sus portadas. Aún quedaban en poder de don Thomás de Perea y Lara, tres vigas y treinta tirantes, por todo lo cual adeudaba a la Hermandad 454 reales. Las dos vigas restantes estaban depositadas en la ermita de la Concepción. Una de ellas fue donada al hospital de la villa para que pudieran acabar las obras de reparación que estaban haciendo. Esta donación fue autorizada por el señor Gobernador Eclesiástico del Priorato, en escrito de fecha 24 de septiembre de 1763, a instancia del Reverendo Padre Fray Joseph de San Miguel, Cura Vicario de la Parroquial de San Bernabé.

En 1762, el nuevo Prior, don Sebastián Antonio Rodriguez Biedma, mandó al Tesorero, don Phelipe Contreras y Sarmiento, recaudar todo el dinero que debían a la Cofradía para que con el tiempo pueda financiarse las obras de la hermita que estan pendientes. La deuda, aquel año, ascendía a l.044 reales y l5 maravedises, así distribuidos:


Del rédito del censo que pagaba a la
Cofradía la viuda de don Pedro de
Liébana (años 1.760, 61 y 62). . . . . . . . . . . . . 99 rs.
Don Joseph Suárez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 462 rs. 15 mrs.
Don Thomás de Perea (Vigas y tirantes ). . . . . 454 rs.

Débito de Manuel Collado ( importe de
1 fanega y 2 cuartillos de trigo, allegados
durante el año de su Mayordomía, 1759-
1760).. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29 rs.

Dicho Prior fijó en l00 reales la cantidad máxima que podían gastarse en pólvora y cohetes para mas aumentar dicho caudal. Las obras, suspendidas desde 1755, fueron olvidadas por los Priores don Juan Carlos Villarejo y Ramírez de Arellano (1765),y don Manuel Monje Coronado (1769), quienes centraron todos sus mandatos en el cobro de la deuda cada vez más alta. En 1772 había subido a 3.323 reales y 17 maravedises, retenidos por:

Don Vicente de Mena ( Tesorero
anterior). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.957 rs. 09 mrs.
Don Tomás Saavedra. . . . . . . . . . . . . 226 rs. 27 mrvds.
Joseph García Romeral. . . . . . . . . . . 28 rs.
Francisco Molina Santero.. . . . . . . . . 330 rs.
Don Thomás de Perea y Lara . . . . . . . 233 rs. 28 mrvds.
Don Pedro de Liébana. . . . . . . . . . . . 120 rs. 26 mrvds.
Don Thomás de Perea y Liébana. . . . 72 rs.
Herederos de Don Joseph Suárez. . . . 354 rs. 32 mrvds.

Sumada esta cantidad a los 5.373 reales y 28 maravedises en poder y custodia del Tesorero, don Pedro Lodares, el caudal de la Virgen ascendía el día 7 de marzo de dicho año a 8.697 reales y 11 maravedises, cantidad más que suficiente para poder iniciar las obras de la nueva ermita, pero el proyecto se malogró. El Prior don Joseph Clemente de Hualde, lo canceló en 1773. En su Auto de Visita de fecha 20 de enero dice lo siguiente en lo que a ello se refiere:

.... Y atendiendo al crecido fondo sobrante de que se compone el caudal a causa del producto anual que rinden los Ofertorios, con exceso a los cortos gastos que se adatan, dando lugar a que se sigan retrasos, con exposición a falencias y otros inconvenientes, siempre que permanezcan sin destino y sin aplicación útil y provechosa a la obra Pía, no hallandose esta con necesidad de reparos en la ermita donde se venera la Soberana Imagen de Ntra. Sra. del Carmen, ni de otras alhajas, al mismo tiempo que ha sido informado Su Señoría, por algunos de los principales Cofrades, y otras personas fidedignas, no ser necesaria la construcción de la que se principió meses antes en las inmediaciones de la Villa, y no se ha proseguido por el mucho coste que tendría hasta rematarla, que es insoportable dada la constitución del pueblo, en consideración a esto y a que la referida Obra Pía carece de fincas de anual producción que aseguren su subsistencia, con rebelación, tal vez, en lo sucesivo, de los mismos Cofrades, de cuya contribución depende, habiendo propuesto a Su Señoría el actual Tesorero, Don Pedro Lodares, y su antecesor, Don Vicente de Mena, estar prestos, desde luego, a entregar sus respectivos enseres, importantes 7.331 reales de vellón, para este fin, o hacer imposición a censo redimible, al tres por ciento, sobre fincas seguras y saneadas, del valor hasta el cuatro tanto, concedía y concedió Su Señoría licencia para que procedan inmediatamente, como ofrecen, a efectuar la mencionada imposición con la seguridad del cuatro tanto, cuya escritura se pase por la Escribanía de Hipotecas en el tiempo prevenido, y no siendo dudable que a mas del rendimiento anual que producen a la Obra Pía sus caudales, con esta ocasión se aparten ocasiones e inquietudes de ánimo, y a extorsiones que se originan en el recobro de los atrasos que queden de un año para otro....

En cumplimiento de lo dispuesto por el Prior, fueron extendidas dos escrituras de censo redimible a favor de la cofradía, al tres por ciento, una de 5.000 reales de principal y otra de 1.331 reales y 3 maravedises, a nombre de don Pedro Lodares y de don Vicente de Mena, respectivamente, según consta en las cuentas de fecha 9 de septiembre del año 1774.

La nueva ermita no fue edificada, y parte del caudal de la Virgen pasó a mano de particulares legalmente, proporcionado a la Hermandad un beneficio anual del 3%. La imagen de la Virgen siguió en la ermita de San Antón, conocida popularmente como la Ermita del Roble hasta bien entrado el siglo XIX.

Los débitos y las retenciones continuaron. En el Memorial de deudas existentes a favor de la Cofradía hasta el día 8 de septiembre de 1.775, figuran las siguientes:

Alejandro Martínez Toledo. . . . . . . . . . . . . . 32 rs.
Herederos de D.Joseph Suárez . . . . . . . . . . 354 rs. 32 mrs.
Don Thomás de Perea ( de la rifa de un ca-
ballo de cáñamo).. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 233 rs. 28 mrs.
Joseph García Romeral ( de su Mayordomía
del año 1.768) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20 rs.
Don Thomás de Saavedra ( de su Mayordo-
mía con el anterior ). . . . . . . . . . . . . . . . . . 226 rs. 27 mrs.
Don Thomás de Pera y Liébana (de su Ma-
yordomía ). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72 rs.
Juan Francisco Granero. . . . . . . . . . . . . . . 44 rs.
El dicho Granero, además de su Mayordo-
mía del año 1.773-1.774, de tres onzas
de azafrán . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12 rs.
El mismo Granero tiene en su poder 10 ce-
lemines de trigo
Don Alphonso de Perea tiene en su poder la
limosna de trigo, cebada y azafrán de su Ma-
yordomía, y dice que no se acuerda de cuán-
to es.
Dª María Josepha Lodares debe responder de
la limosna que correspondió a su año de Ma-
yordomía ( 1.773), de trigo, cebada y azafrán,
que actualmente se debe pedir y se recoge.

A todos estos morosos, el Prior don Francisco Alvarez del Castillo, en su Visita del 12 de mayo de 1.776, dio de plazo hasta el 15 de agosto de ese mismo año para reponer el dinero en el arca.

¿Cómo evolucionó la deuda a la Hermandad? ¿Qué fue de las escrituras de censo? El libro de cuentas de la Hermandad iniciado en 1712, del cual hemos extraído estos datos, acaba con las presentadas el día 10 de septiembre de 1776, por los Mayordomos don Diego de Saavedra Pacheco, y Miguel de Chaves. A partir de este año, y hasta el de 1846, no hay documentación alguna de la administración de la cofradía. En una hoja suelta aparece un escrito, fechado en 1811, que nos informa de una resolución tomada por la Autoridad Eclesiástica para poner fin a la corruptela que suponía retener el dinero y las limosnas en especie por los Mayordomos salientes. El mandato está firmado por don Joseph Antonio Ordoñez y Bazquez, Subprior y Gobernador, Sede Vacante, de la Real Casa Diocesana de Uclés y su Obispado Priorato. Dice así:

El Mayordomo de Fábrica de la Parroquial Iglesia de la Villa de los Hinojosos de la Orden y Caudal de Ntra. Sra. del Carmen de la misma, den y entreguen al Veedor, Justicia, Concejo y Registro de dicha Villa, los respectivos caudales con que se hallen, recogiendo cada uno el competente resguardo, reservando la tercera parte de ellos para las necesidades precisas de retejos, incendios y otros quebrantos que pueden ocurrir que por Decreto de este dia, con vista a lo representado por dicha Real Justicia , e Informe del Cura Párroco y Mayordomos de dichos caudales, asi lo tenemos acordado. Dado en esta Villa de Mota del Cuervo donde por ahora tenemos nuestra residencia u Audiencia, a diez y seis de mayo de mil ochocientos once. Doy fee.